Hoy os traemos un juego independiente desarrollado en solitario por un Español Víctor Atobas, hoy os traemos el análisis de The Bad Son; un título de terror que homenajea a los clásicos del género y que ha sido desarrollado a través de la herramienta de RPG Maker, y que se esfuerza por intentar innovar a través de su narrativa con una historia un tanto interesante y con una ambientación lúgubre.
Podéis encontrarlo en la tienda de Steam.
INTRODUCCION Y HISTORIA
La fuente de inspiración del juego se basa en la obra de Stephen King, “Los chicos del maiz” e insufla también cierta inspiración a otros referentes de series como “Twin Peaks” por la peculiaridad de sus personajes, es un juego que mezcla humor y terror a partes iguales y que invita a la reflexión.
La aventura en píxel art se esmera en aportar atención a los detalles e intenta captar nuestra atención en una trama que, ocultándose tras un aspecto simple, dará para muchas horas de juego. El mapeado es bastante extenso, y se nos presentan unos puzzles muy sencillos y referencias culturales.
En un pueblo repleto de gente sospechosa y un protagonista al que no volverá a olvidársele llenar el depósito y conducir en reserva su coche.
La historia de Tom comienza en el tenebroso pueblo de Derrigtown lleno de habitantes extraños, donde tendrá que hacer todo lo posible para sobrevivir en un lugar donde las apariencias engañan y no todo es lo que parece, mientras desvela los oscuros secretos de los habitantes.
Es una historia llena de misterios en la que poco a poco nos iremos adentrando cada vez más, mientras descubrimos la verdad sobre la secta de Malachai y sus “hijos malos” que nacieron todos el mismo día en 1979.
MECANICAS Y JUGABILIDAD
Ha sido mi primera incursión en un título de este estilo desarrollado con RPG Maker y aunque ya conocía las limitaciones de esta herramienta tenía una idea de lo que me podía encontrar…
The Bad Son es un título narrativo donde tendremos que explorar una serie de zonas mientras examinamos el entorno y hablamos con todo tipo de personajes para avanzar en la historia.
Algo que me ha gustado en The Bad Son es que intenta innovar a través una jugabilidad clásica de 16bits, pues al poco tiempo de llegar al pueblo tendremos vía libre para explorarlo con total libertad, como si de un sanbox se tratase.
Esto está muy bien, porque podemos ir explorando las diferentes zonas, nos encontraremos con todo tipo de personajes e iremos desbloqueando una serie de historias que funcionan como misiones secundarias, además de las de la historia principal, con todo tipo de recompensas que nos serán de utilidad de varias formas distintas durante el desarrollo de la trama.
El juego intenta incorporar varios elementos de rol, que no llegan a funcionar del todo correctamente y tampoco consiguen integrarse en la aventura, encontraremos varios tipos de objetos distintos que podremos utilizar, además tenemos varias opciones de diálogos que afectaran a las decisiones clave para con algunas personajes de la trama.
Nos encontramos en un lugar peligroso lleno de personas y criaturas extrañas en los cuales habrán momentos de sigilo en los que debamos huir o ocultarnos, estas situaciones se repiten bastante en las mecánicas del juego y no están del todo bien resueltas y pulidas.
En el pueblo hay muchos edificios que estarán cerrados, por lo que el camino te obliga siempre a avanzar para descubrir lugares nuevos, gente nueva, personajes estrafalarios y situaciones estresantes. Que posiblemente os recordaran a silent hill.
The Bad Son es un juego que se esfuerza por sorprenderte, pues en cada paso que he dado, me ha suscitado cierto interés por querer saber un poco más de su sencilla trama e incluso predecible, no es una aventura de terror pura y dura, pero sí sabe cómo mantener la atención intentando emular a los survival horror. La trama tiene una estructura lineal, pero al mismo tiempo nos permite tomar decisiones que influirán en la respuesta de los personajes, por lo que pese a que se te marque un camino, optarás por ir a explorar para comprobar que sucede.
Y es que explorar es uno de los puntos fuertes en los que se apoya el juego y descubrir su una fauna local que es bastante llamativa. Desde hamburguesas que hablan, hasta banqueros especuladores o una secta que parece tener en jaque al pueblo, siempre hay algo que capturo mi atención y te dice “entra aquí” o “mejor evita este sitio”.
De entrada tenemos un mapa, el cual no muestra nuestra ubicación, por lo que la exploración se hace a la antigua y deberemos ir aprendiendo las calles, los atajos y edificios si queremos sobrevivir.
En lo que respecta a las mecánicas, estas no tienen gran misterio, siendo bastante sencillas y apoyándose siempre en la persecución o el sigilo.
Son en estos momentos de sigilo en los que tendrás que esconderte y mantenerte alerta, y donde más cojea el juego, pues hay lugares en los que ciertos personajes irán a por ti sin razón alguna y con una rapidez sobrehumana, que no te permite casi escapar de los ataques y acabaremos muertos, debido a las limitaciones de nuestros movimientos.
Hay que mencionar las pocas provisiones con las que vamos a contar y es que prácticamente me he pasado casi toda la aventura con la salud al mínimo y sin la posibilidad de restaurarla, porque no había manera de encontrar más hierbas medicinales, así que la exploración es muy importante para estar provisto de salud.
También habrá que resolver algún puzzle, pero suelen ser bastante sencillos resolverlos, la mayoría tratan en empujar objetos y posicionarlos sobre las plataformas correspondientes para conseguir abrir alguna puerta.
GRAFICOS Y SONIDO
The Bad Son cuenta con unos gráficos inspirados en los pixeles de 16-bits con un toque único y carisma que le sientan realmente bien, con un nivel de detalle correcto. Me gustó mucho la ambientación de terror y suspense que logra crear, con sus pequeños detalles que pretenden horrorizarnos y ponernos los “pixeles” de punta. Hace muy buen uso de los efectos de partículas y animaciones, dándole a los ambientes ese toque tan peculiar.
Me toca recordaros que este juego fue concedido con la herramienta de RPG Maker como motor de creación de videojuegos en el cual se apoya.
Esta herramienta se especializa en juegos de Rol, pudiendo crear mundos al estilo de Final Fantasy, Legend of Mana o el magnífico To The Moon.
Si os atrevéis a probar el programa, éste ya dispone de material para empezar y dar rienda suelta a vuestra imaginación con infinidad de sprites para el mapeado, música, sonidos, fondos, personajes…
Si te interesa este tema, hay varias comunidades dedicadas que ofrecen tutoriales y material para que puedas crear tu propio mundo en pixel art. Puedes importar tus creaciones al programa, o incluso las creaciones de otros.
RPG Maker tiene sus versiones para consola como Switch, que tiene ciertas limitaciones en comparación con la versión de PC que es más completa. Hay infinidad de juegos creados con esta herramienta y algunos tienen su encanto, incluso te puedan enganchar a la pantalla durante horas.
En el caso de The Bad Son he percibido que es un “Quiero y no puedo” tal vez sea debido a las limitaciones de esta herramienta que desconozco, pero le veo un potencial que no ha llegado a ser explotado o bien por la escasez de recursos disponibles, o tal vez sea la concepción del conjunto a la hora de ejecutarlo, porque considero que podía haber dado más de sí mismo a pesar de sus limitaciones.
Y es que juegos de terror hechos con RPG Maker se pueden contar con una mano, y esta podía haber sido una buena oportunidad para destacarse, tiene algunos momentos de mal rollo, incluso intenta ponerte en tensión.
El ambiente del juego tiene algunos guiños de referencia a otros videojuegos y películas de terror, con una paleta de colores excepcional que hace que el aspecto gráfico sea muy vistoso.
Muy destacable su apartado sonoro, la música de ambiente te hace adentrarte en la aventura y estar constantemente en alerta. En un juego de estas características es muy importante su buena ambientación sonora, y en este apartado cumple bastante bien, con sus composiciones y melodías intensas que buscan provocar nuestras emociones y mantenernos en tensión en todo momento, lo que notaremos incluso desde el inicio del juego en la presentación del título.
VALORACION Y CONCLUSION
Su historia, su ambiente y su música te intrigaran y despertaran tu curiosidad. El hecho de que haya sido desarrollado por una sola persona lo hace todavía más exclusivo, además, el juego se ha creado en nuestro país contiene el sello “Made in Spain” y su creador español Victor Atobas ha realizado un buen trabajo y esperamos que este sea el proyecto que le catapulque hacer obras más arriesgadas y con mayores valores de producción.
Al ser un juego independiente, los recursos son limitados y estas fronteras no ayudan a superar lo que se puede hacer. Aunque reconozco que se ha realizado un buen trabajo con lo que se tiene a mano, necesita más congruencia o bien solidificar lo que se busca narrar porque hay muchas ideas inconexas, interesantes, pero se quedan a medias tintas o se diluyen con la cantidad de géneros que intenta imitar.
Con el juego se han aprovechado bien algunos recursos para intentar hacerlo brillar, aunque por desgracia también se han desaprovecha otros en los que se podía haber apoyado más, como su narrativa, que aunque sabe captar, no tiene una coherencia que atrape, se pierde entre la identidad de géneros y constantemente parece estar buscándose a sí mismo…
Es una propuesta distinta e interesante en la que un jugador promedio puede caer rendido a sus pies, por sus personajes o su historia extravagante pero a los jugadores estándar dudo que pueda engancharles y satisfacerles la propuesta.
Intenta ofrecer una jugabilidad interesante, donde la exploración y la toma de decisiones serán los factores claves que determinen como se desarrolla la historia, recomendando para para los fans de títulos creados con RPG Maker, y del género de terror y suspense.
Espero que os haya gustado el análisis de The Bad Son, mi primer análisis en esta Web, y espero que no sea el último.
Si os interesan los juegos indies, aquí tenéis el análisis de Broken Age.