
Ya ha salido un juego que mucha gente tiene tirria. Death Stranding de Hideo Kojima. Un juego producido tras su salida en Konami y gestado en 3 años con un equipo nuevo, pero con todo el apoyo de Sony. Un juego que cuenta con más de un hater en todo el mundo.
Precisamente el músculo publicitario que saca Sony ante grandes títulos hace que muchos se hayan cansado de tanto oír sobre este videojuego en los útlimos años. Y esto prova que aparezcan los haters.

Antaño solo podíamos saber de estos títulos a través de recortes en prensa especializada, de la que nos contaban la información a través de enviados especiales. Hoy por suerte podemos seguir a nuestros desarrolladores de videojuegos favoritos, sus compañías incluso escribirles directamente sin movernos de casa. Además los publishers cuentan ya con sedes en nuestro país, generar trabajo y por otra parte contamos con la figura de los embajador de nuestras marcas favoritas que hace tiempo era prácticamente imposible comunicarse con ellas, seguir o compartir lo que anuncian.
Es por ello que con las redes sociales, la gente fruto del hype, la ilusión o las ganas de jugar a algo les gane el sentimiento eufórico, de vivir algo en comunidad. Quizás es ese el motivo por el que la gente se cansó cuando todo el mundo hablaba de Avengers: Endgame, la última temporada de Stranger Things, El Joker u otros títulos que teníamos hasta en la sopa.
Según los medios que consumamos, nuestras consolas favoritas o nuestros referentes, es lógico y hasta normal vernos saturados por tanta publicidad viralizada o generada por el marketing de contenido (llegar a tu audiencia a base de contenido de valor), como hace de hecho Hideo Kojima cada vez que sube algo en sus cuentas de Instagram o Twitter. Necesita motivar, incentivar, seducir, atraer la atención de sus fans y futuros compradores.

Así que los consumidores a veces se olvidan, cuanta gente con sueldo hay detrás de un proyecto, las expectativas de un videojuego o el objetivo de una compañía que es básicamente:
«Obtener beneficio para seguir existiendo»
Las compañías no están para contentar a los fans. Reciben el feedback de los fans (y de los haters), para mejorar sus ingresos y poder crecer. Esto es así y se debería tener más en consideración.
Por eso si algo no te gusta, aburre o cansa. No te preocupes, ya te llegará tu turno de hypear, publicar ilusionado tu próxima adquisición o también abrumarás a los demás con la expectativa de un título videojuegil, una serie que le tienens ansias, un próximo estreno en los cines, un evento deportivo o músical e incluso una noticia de la importancia que le des.
Finalmente la mejor medida es la misma de siempre. Si no te gusta algo no lo compres. No hay más. Puedes enviar un email a una compañía para hacerle constatar que no te gusta, hacer una reseña, un video en youtube o incluso twittear en redes sociales o dejar de seguir a cierto personaje o compañía. Eres libre de hacer lo que te de la gana claro está. Pero lo que no veo maduro es rajar a la mínima que no te guste algo. Los haters que desde el primer momento de la mañana ya están arremetiendo contra todo lo que no les gusta. Quizás estarían mejor consigo mismos, si hicieran críticas constructivas o hablar de otros asuntos que crean que puedan aportar algo positivo a la comunidad.

Espero que os haya resultado interesante o al menos os haya hecho reflexionar mi primer artículo de opinión 😉
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