
Vivimos en unos tiempos de una total transformación social. El pasado año 2020 tuvo un impacto enorme en nuestras vidas debido a una de las pandemias más devastadoras de los últimos tiempos, y este 2021 parece que no va a dar demasiada tregua. Todos los sectores se han visto afectados, en mayor o menor medida, y el de los videojuegos no ha sido una excepción y ha tenido que adaptarse y reconvertirse.
El Covid19 ha generado el cambio forzado hacia un nuevo paradigma en la industria de los videojuegos. Un nuevo modelo en el que las desarrolladoras han tenido que adaptarse a sistemas de comunicación incómodos para su filosofía empresarial, pero que parece que han llegado para quedarse.
Creando un videojuego desde casa
El principal obstáculo en el que se han visto envueltos los desarrolladores ha sido el tener que adaptarse a las nuevas condiciones impuestas por el confinamiento, algo que se ha dado en la mayoría de países del mundo.
En el mundo anglosajón y en el latino la capacidad de adaptación ha sido mucho mayor, y lo hemos visto por ejemplo en las ferias 100% digitalizadas como el E3 o la Gamescom, e incluso en entregas de premios como los Game Awards.
Sin embargo, en Asia, y especialmente en Japón, la barrera cultural ha sido mucho más difícil de doblegar. La cultura japonesa, la cual tiene en la alta disciplina uno de sus principales pilares, ha chocado frontalmente con esta nueva forma de trabajar. Es paradójico que, posiblemente el país más avanzado tecnológicamente del planeta, no haya estado preparado para el teletrabajo, pero así ha sido, y una de las empresas más afectadas ha sido Nintendo, algo que han reconocido los propios directivos de la compañía.
A mayor inestabilidad, más improvisación
Consecuencia de este nuevo paradigma, 2020 se ha convertido en uno de los peores años de la historia de los videojuegos en cuanto a la gestión del calendario se refiere. El propio Phil Spencer ya comentó que se habían pasado muchas de las producciones de 2020 a 2021, quizá en algunos casos como el de Halo Infinite, aprovechando la pandemia en su favor.
Aunque siendo sinceros, los videojugadores ya estábamos acostumbrados a este tipo de sucesos antes de la pandemia. Pero lo del pasado año ha roto todos los esquemas, ya que no solo hemos pasado de retrasos de un día para otro, sino que hemos visto lo propio con anuncios de lanzamientos de nuevos videojuegos a semanas de su llegada al mercado, como Paper Mario: The Origami King, Crash Bandicoot 4: It’s About Time o Super Mario 3D All-Stars, por poner algunos ejemplos.
Especialmente llamativo fue el caso de Paper Mario, ya que éste fue anunciado a través de las cuentas de Twitter oficiales de Nintendo en mayo, para salir al mercado a mediados de julio, precisamente cuando llevábamos 8 meses sin un Nintendo Direct general. Ahora ya llevamos año y medio aproximadamente, algo insólito y que denota que en Nintendo tuvieron que improvisar más de lo que hubieran querido.
Un claro ejemplo de que la pandemia ha trastocado los planes de todos, sin exepción, pero hay mucho más…
Nueva generación en medio de la pandemia del siglo
El lanzamiento de la novena generación de consolas ha sido la cereza envenenada del pastel de la improvisación, y no será porque no estábamos avisados. La improvisación en este caso ha sido todavía más notable, sabiendo que el SARS-CoV-2 tuvo el origen en China, principal fabricante de consolas y prácticamente cualquier producto electrónico que se precie, era de esperar que la producción se vería altamente afectada, como así ha sucedido.
Sí, estábamos avisados desde febrero, un mes antes de que el virus fuera declarado una pandemia. Un mes de febrero en el cual ya hubo enormes retrasos en la producción de Nintendo Switch que provocaron enormes colas en Japón por conseguir una, incluso llegando al extremo de ser vendidas por sorteo.
Incluso sabiendo esto, Microsoft y Sony siguieron adelante con sus planes de lanzar sus sistemas de nueva generación a mediados de noviembre, sabiendo de antemano que la escasez en su producción rompería el equilibrio entre oferta y demanda, siendo ésta última claramente superior.
Playstation 5 y Xbox Series X/S llegaron al mercado en la fecha señalada, y el resultado fue nefasto con una falta de stock alarmante, cancelaciones sin previo aviso, consolas que nunca llegaron a sus dueños, etc… Y todo ello simplemente para llenarse sus bolsillos de cara a las campañas del Black Friday y de la Navidad. Error grave, ya no solo porque no han podido cubrir la demanda, sino porque también han llenado los bolsillos de los especuladores.
Saquemos algo positivo de todo esto
Espero que este nuevo paradigma dentro del sector tenga desenlaces más positivos que los que hemos tenido hasta ahora. Todavía hay esperanza. Pienso que esta pandemia nos está educando a todos hacia un nuevo estilo de vida, ni mejor ni peor, simplemente diferente, y tendremos que convivir con ello.
El mundo empresarial también, y evidentemente habrá sectores que no lo podrán soportar, como el del turismo. Y el sector del entretenimiento precisamente debería predicar con el ejemplo, ya que ha sido uno de los que más ha crecido en facturación el último año, especialmente el de los videojuegos.
No todo es culpa suya, pienso que los consumidores y los usuarios deberíamos dejarnos de batallas estériles sobre quién la tiene más grande, la tarjeta gráfica… El objetivo de este año 2021 que acabamos de comenzar debería ser mejorar en nuestra empatía, y que sea bidiereccional, enteder al usuario y al desarrollador.
Se avecina un año lleno de efemérides cargadas de ilusión para los fans de las grandes sagas de nuestro querido sector: 35 Aniversario de Zelda, 25 Aniversario de Pokémon, 35 aniversario de Metroid, 25 aniversario de Resident Evil, entre otros. De bien seguro si todos remamos en la misma dirección habremos aprendido del nefasto 2020 que hemos tenido, y tendremos el 2021 que nos merecemos.
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